Discurso del Ing. Bonoli, 7 de Noviembre de 1960 - Villa Regina


El Ing. Felipe Bonoli regresó a Villa Regina por segunda vez. Volvió con motivo de celebrarse el 36 Aniversario de la Ciudad.  El fundador de la Colonia y el Pueblo de esta ciudad, que fuera quien compró las tierras en 1923, en 1924 transfirió el boleto de compra venta (sin ganar un centavo).
En 1931 renuncio a la C.I.A.C, y se fue…, regresó por primera vez en 1949, por la inauguración del Busto al Ing. Cesar Cipolleti (su suegro) emplazado en la esquina de 25 de Mayo y Don Bosco.
Con sumo placer, transcribo su discurso (que grabé en mi condición de periodista) lo hizo después del almuerzo realizado en el Salón Comedor del “Plaza Hotel” diciendo:

“Por segunda vez, a distancia de 11 años, vuelvo a Villa Regina….(…) después de largo periodo que duró mi ausencia.. -si se me permiten usar esta palabra- ya que circunstancias adversas y dolorosas, me habían obligado a alejarme de este lugar, en que había consagrado todo mi entusiasmo juvenil, todas mis energías, toda mi pasión.  (Al momento de fundar Villa Regina, Bonoli tenía 41 años.)
Nunca, olvidaré el día en que volví a pisar esta tierra, y la cordial acogida que se me dispensó, en la magnífica reunión de colonos, cuando el Sr. José Vesprini, es su carácter de Presidente de la Federación Agraria, pronunció un magnífico discurso, que me llenó de emoción hasta las lágrimas, para recordar mi obra y proponiendo en representación de ese prestigioso organismo agrario, de la Sociedad Cooperativa “La Reginense”, y el Club “Juventud Agraria”, de dar mi nombre a un barrio, iniciativa que ha sido confirmada hoy”.

Dijo después Bonoli: Vaya mi recuerdo a quien después de mi larga ausencia supo no solo mantener vivo el ideal que tuvimos los iniciadores, al crear esta colonia, sino mediante el dinamismo, su inteligencia, y su admiración, perseverancia y fe supo completar la obra, estimulando iniciativas y dando inicio a numerosas actividades industriales y sociales.  Me refiero …., a Emilio Bignami, mi compañero y principal colaborador de la primera hora, lamentando no tenerlo a mi lado, es este día, en que se festeja un nuevo aniversario de la fundación de la colonia.

La emoción que me invade desde ayer, es tan grande, que no tengo palabras para describirla. Igual es la satisfacción de encontrar a todos los colonos contentos, por haber triunfado en la lucha.
Me propongo visitarlos en sus propias chacras, y es cierto que mucho de ellos ya dejaron para siempre esta tierra de lágrimas, encontraré a los hijos y nietos que seguirán, en perfección, cuanto hicieron sus padres, son éstos que están llamados no solo a intensificar siempre más los trabajos, sino a compenetrarse de la gran misión que se le ha confiado, de una estrecha unión en esta nuestra segunda patria”

Y ya emocionado decía el Ingeniero Bonoli: “Han pasado ya 36 años de la fundación de la Colonia, deseo recordar en estas circunstancia mis primeros pasos,  para llevar a cabo la obra que me había propuesto, con el propósito de demostrar cómo se había podido encarar el problema de Colonización, con familias de agricultores italianos, inmigrados, contando con los medios financieros necesarios.

No fue fácil conseguir su financiamiento, predominando un gran pesimismo de parte de las Instituciones Bancarias Ítalo-Argentina, para invertir capitales en un empresa que no podía dar resultados inmediatos.

El apoyo decidido del Dr. Vicenzo Tasco, que ocupaba en esa época, el cargo de Consejero de Inmigración de la Embajada de Italia, permitió constituir un Sindicato formado por el Banco Francés e Italiano para la América del Sur, la Banca Comercial Italiana, el Banco de Italia y Río de La Plata, las Compañías de Navegación Italianas y algunos particulares para reunir el primer millón de pesos (de aquella época).

Luego se conformó la Sociedad Anónima C.I.A.C que llegó a suscribir hasta tres millones de pesos, y se me confió la Gerencia General, y la dirección de los trabajos. Fueron mis principales colaboradores, el inolvidable Mario Bicchi, el Sr. Emilio Bignami, el señor Ferdinando Ferravante y el Sr. Pedro Biggi (17 años tenía cuando llegó a VR).

La fracción de tierra adquirida por mí particularmente a la Sucesión Zorrilla, en $130 la hectárea fue transferida al Sindicato Promotor, al mismo precio, sin un centavo de beneficio, y fueron aprobados mis planes para subdividirla en lotes de 10 a 15 hectáreas, excepcionalmente con mayor superficie, que debían ser distribuidas a las familias después de haber introducido las mejoras en cada lote que eran constituidas en una casa, en los alambrados, en la obras de riego y desagües, construcción de los caminos, constitución de una Cooperativa Colónica sirviéndose de la cual la Compañía acordaba los necesarios créditos de víveres, útiles, plantas y semillas, a cada uno de los colonos.

Desgraciadamente nos sorprendieron los años de crisis, empezando en el año 1928, cuando los productos ya no tenían valor alguno.

El desaliento entre los colonos empezó a cundir, empezando también mi lucha con los Banqueros y Directores de la Compañía por una parte, para conseguir mayor apoyo financiero, más necesario que nunca.

Había que defender de cualquier forma la producción, renunciando por el momento al cobro de los intereses y cuotas de amortización, de las deudas contraídas por los colonos.

Fue cuando se consideró la necesidad de industrializar los primeros productos, y surgió así la Fábrica de Extracto de Tomate, contando con la participación de la prestigiosa firma: Torrigiani y Bagliani. Fue ésta, la primer fábrica de extracto establecida en el país, a cuyo objeto se constituye una Sociedad Anónima, cuyo primer Presidente fue, mi inolvidable amigo, Roberto Lanusse. (Bonoli fue parte de esta S.A)

Pero se imponía la construcción de una Bodega Cooperativa y esto también se consiguió con el apoyo del Banco de la Nación Argentina, después de haber conseguido que la C.I.A.C garantizara el crédito solicitado a ese objeto”

Recordaba después el Ing. Bonoli, que: “Hubo un momento en que pareció que la iniciativa tuviera que fracasar, por la resistencia del Directorio de la C.I.A.C a dar el aval solicitado por el Banco.
Mi resolución estaba tomada, o se accedía a este pedido, o yo presentaría mi renuncia como Gerente de la Sociedad, ante mi actitud el Directorio recapacitó, surgió así la “Cooperativa La Reginense”, y estoy bien satisfecho por el éxito obtenido, por esta Cooperativa, a la que está reservado –sin duda- un gran porvenir.

No obstante todos mis afanes, la mayoría de los colonos no me demostraron ya la confianza necesaria, creyendo haber sido objeto de un engaño.

Las dificultades que ellos habían tenido que superar era muy grandes, con exigencias de la Compañía al suspender toda clase de crédito, exacerbaron sus ánimos y empezó la dura y despiadada campaña de la Federación Agraria Argentina, en contra del Ingeniero Bonoli, que ya no era capaz de obtener mayores apoyos de parte de su Directivo.

Nunca olvidaré esas manifestaciones hostiles, que tanto impresionaron a mi inolvidable esposa, que ya con salud delicada debía sufrir el quebranto definitivo que debía llevarla a la tumba, después de una de las más terribles enfermedades…”

…”El Directorio de la C.I.A.C, influenciado por la decisión del I.C.L.E, consideraba que el Ingeniero Bonoli no se cansaba de pedir siempre mayores ayudas a favor de los colonos, no era ya persona grata y adoptó actitudes que me obligaron a retirarme definitivamente de la colonia, y fue cuando empezaron a llegar de Italia los que debían salvar la situación y los interés de los financiadores.

Último, aquel Señor Criscuoli, representante del I.C.L.E, que olvidando de ser éste un Instituto de Crédito, para favorecer el trabajo de los italianos en el extranjero, fue quien trató de destruir la obra emprendida.

Y se despidió diciendo: “Estimados amigos, todo esto es historia del pasado, hoy es día de alegría para mí, me siento muy feliz de haber asistido a esta magnífica fiesta, y haber constatado cuanto afecto se conserva para mí. 

La presencia de los Sres. Ministros de la dos provincias de Río Negro y Neuquén, han dado un realce extraordinario a esta reunión, y formulo los más fervientes votos para que se fortalezcan siempre los vínculos de esta colonia con las autoridades provinciales y nacionales, a objeto de que se aprecie siempre más la colaboración que puede prestar, el brazo y la iniciativa italiana, a la obra de reconstrucción en que está empeñado el Gobierno de la Nación”

Fuente: Franco González 

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