"NUNCA ANTES" - Domingo 11 de Noviembre 2012 - Teatro Círculo Italiano, por M.B.R
Una noche verdaderamente mágica, un
despliegue único, un unipersonal tan real y palpable que estremeció hasta a los
ecos del Teatro. Nuestro Teatro. MI Teatro.
Felicidad pura, sincera,
desesperante... Facundo Arana, "En el Aire", logró poner en el
escenario el alma del artista. El alma del hombre en cada representación. La
transparencia y sinceridad fusionadas con la pasión que se vive solamente
cuando uno pisa el escenario.
Lo único que le dije fue "Gracias, pusiste en
palabras y corazón lo mismo que nosotros vivimos" y él respondió
"Gracias a vos, es un honor".
Todavía no puedo borrar de mi mente y corazón su saludo
final. "Golpear", casi besando con tanto denuedo, el escenario de
este maravilloso teatro generó como un huracán en mi interior:
RESISTENCIA.
Resistir, aunque te digan que es de bohemios. Resistir, a pesar del desinterés de algunos por la
originalidad y "utopía" del teatro... del arte.
Resistir, porque es el HOY.Resistir, porque es mi pasión.
Hoy, Facundo tiene una foto del Elenco de Teatro
Musical del Círculo Italiano en su mesa íntima, junto a su saxo y piano... esa
fue su promesa... un lugar especial para nosotros, dentro de su círculo íntimo.Mientras escribo, lloro... en lágrimas y en el alma.
Es indescriptible la sensación provocada... una noche,
sin dudas, que marca un antes y un después en el Teatro. En el pueblo. En mí.
Nosotros.
Y el cierre... el fin, poner mis pies en el escenario
rodeada de la inmensidad y omnipresencia del Teatro, junto a mis amigos del
alma...mis compañeros de elenco; ellos y nosotros. Cantando "Ciclos de
amor" a modo de regalo para "El pulpo", Francisco Barlett… y su
regalo para nosotros…
“Hoy hicimos
función en Villa Regina y tuve la suerte de conocer un grupo de jóvenes,
amantes del teatro musical. Bastaba verlos un segundo para saber que sangraban
teatro.
Los vi llegar temprano, los vi en boletería, los vi acomodando al público, los vi ocupando los últimos lugares una vez empezada la función, y si bien este espectáculo ya era suficiente, me regalaron, una vez terminada la obra, en un teatro que merece ser visto, y en la soledad que solo conocen los amantes del "después de función", una canción.
Ellos... 1000 butacas, y yo. "Ciclos de amor"
de Rent.
Y más allá de haber sido una HERMOSA y sincera
interpretación, agradecí ser parte de este país maravilloso. Ser parte de este
paraíso de buenos artistas. Hoy me regalaron una sonrisa, que se convirtió en
palabras, que, en un momento como el que estamos viviendo. Siempre vienen bien. Brindo por Walter, que sostiene con uñas y dientes los
cimientos de SU teatro, y por todos los que en cada pueblo, defienden el suyo.
Y, porqué no? Con mis queridísimos compañeros del CTM. Facundo Rubiño, Leo
Bosio, Matias Puricelli, Damian Mahler, Diego Coran Oria.
-una vez terminada la canción quise decirles mil
palabras pero solo unas pocas salieron: "Chicos... se puede". Y,
Gracias” (Francisco Barlett).
Y concluyo igual... "Se puede".
Gracias, Teatro Círculo Italiano... gracias, artistas.
Es indescriptible la sensación provocada... una noche, sin dudas, que marca un antes y un después en el Teatro. En el pueblo. En mí. Nosotros.
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